por Alberto J. Muniagurria y Eduardo Baravalle
El aumento de tamaño o de consistencia de los ganglios linfáticos se denomina adenopatía o adenomegalia. El ganglio puede agrandarse por aumento del número y/o del tamaño de los folículos linfoideos debido a proliferación de linfocitos o de células reticuloendoteliales o por infiltración neoplásica. La proliferación de las células ganglionares se produce en respuesta a cualquier estímulo que aumente la actividad fagocitaria o en respuesta a antígenos o a proliferación neoplásica. La infiltración celular ganglionar puede ser producida por células neoplásicas, leucémicas, polimorfonucleares o macrófagos llenos con sustancias como en las enfermedades de depósito. A veces es manifestación clínica de una patología local y otras, de una enfermedad sistémica.
La presencia de linfadenopatías tiene mayor importancia semiológica en el adulto que en el niño, debido a que los niños responden con adenopatías generalizadas ante estímulos menores.
En ocasiones, algunas adenopatías de apariencia benigna, pueden ser manifestación de una enfermedad sistémica grave.
El paciente puede consultar por el agrandamiento ganglionar, o en oportunidades tratarse de un hallazgo importante en el examen físico. La adenopatía puede ser dolorosa o no, acompañarse de signos congestivos en la piel, estar o no adherida a los tejidos vecinos y su consistencia variar de blanda a pétrea.
Las adenopatías duras, no móviles, indoloras y sin signos inflamatorios orientan a pensar en neoplasias, mientras que en la infección aguda el ganglio se encuentra doloroso, con aumento de la temperatura, y es móvil.
Las adenopatías de la cabeza y el cuello están vinculadas a patología de oído, nariz, boca y garganta. En un 35% de los tumores de cabeza y cuello la primera manifestación es una metástasis en los ganglios cervicales. La sintomatología del paciente orienta a pensar en determinada enfermedad.
Así la fiebre, el sudor, la pérdida de peso y el prurito orientan hacia un linfoma maligno. Una infección reciente de garganta junto con esplenomegalia hace pensar en mononucleosis infecciosa, mientras que el contacto con gatos sugiere una toxoplasmosis. Ciertos medicamentos, como la difenilhidantoína, pueden producir adenopatías. El ganglio retroclavicular izquierdo, conocido como ganglio de Troisier, es asiento de metástasis de cáncer gástrico o de otras neoplasias abdominales: páncreas, ovarios, testículo o riñón. Los cánceres de útero se pueden manifestar con adenopatías cervicales. El ganglio retroclavicular derecho puede agrandarse debido a enfermedades originadas en el tórax, ya sean pulmonares o mediastínicas.
Cuando se acompañan de exantema o fiebre, las adenopatías retroauriculares u occipitales sugieren la presencia de rubéola. Las adenopatías auriculares anteriores están vinculadas con el síndrome oculoganlionar (Chagas, tularemia, tracoma, fiebre por arañazo de gato, sífilis, tuberculosis).
Las infecciones dentarias u orofaríngeas pueden causar adenopatías submaxilares.
El hallazgo de adenopatías axilares exige evaluar minuciosamente las mamas. Los linfomas también pueden presentarse con hipertrofia ganglionar en esta localización. Las adenopatías epitrocleares son frecuentes en los linfomas y en la sífilis secundaria.
Las adenopatías inguinales son originadas, a menudo, por infecciones cutáneas bacterianas o micóticas de los miembros inferiores, aunque también son asiento de infecciones venéreas como el linfogranuloma venéreo y el chancro blando. La sífilis primaria de los genitales se acompaña de una adenopatía satélite bilateral. En ocasiones pueden ser metastásicas, y en estos casos su origen se debe buscar en el recto, la vagina y el útero.
Las adenopatías hiliares que se observan en la placa de tórax pueden ser unilaterales, como ocurre en el carcinoma metastásico de pulmón y en la tuberculosis, o bien asimétricas bilaterales, comunes en los linfomas tipo Hodgkin y no Hodgkin, en la sarcoidosis, en la tuberculosis y en la coccidioidomicosis.
Las adenopatías son manifestación de una enfermedad sistémica: toxoplasmosis, artritis reumatoidea, enfermedad del suero, hiperplasia producida por difenilhidantoína, linfomas, leucemias linfocíticas agudas y crónicas, mononucleosis infecciosa, histiocitosis, brucelosis, infección por citomegalovirus, tuberculosis, hepatitis infecciosa, sífilis secundaria, histoplasmosis.
Las causas más comunes de adenopatías son:
- Reactivas
- Infecciosas:
- Bacteriana (piogénica y tuberculosis).
- Viral (citomegalovirus, mononucleosis infecciosa).
- Micótica (coccidioidomicosis).
- Parasitaria (toxoplasmosis).
- No infecciosas:
- Sarcoidosis.
- Enfermedad del tejido conectivo.
- Dermatológicas.
- Inducidas por drogas (difenilhidantoína).
- Infecciosas:
- Infiltrativas
- Benigna
- Histiocitosis
- Lipidosis.
- Maligna
- Linfoma primario
- Carcinoma metastásico.
- Benigna