Con el avance de los años y el aumento en progresión geométrica de los conocimientos médicos se hace necesario que el estudioso de la medicina tenga a su disposición un libro que reúna, sintetice, ordene y jerarquice la información y los conceptos fundamentales que luego pueden ser ampliados a través de las revistas.
La semiología, que es el estudio de los síntomas y de los signos, es el primer paso en el camino de la formación clínica. El estudio de los datos (síntomas y signos), de su mecanismo de desarrollo, las diversas formas y circunstancias de manifestarse, sus causas, la metodología para su obtención así como los pasos a seguir ante su presencia, constituyen el objetivo de esta obra. La actualización de la terminología, la fisiopatología así como las clasificaciones aceptadas a nivel internacional buscan esta meta.
En ningún momento se pretende ser original, sino fundamentalmente sintetizar la información moderna sumada a la experiencia personal en el estudio del paciente, con los conocimientos que aportan los nuevos adelantos de la tecnología.
Está destinado al estudiante de medicina y al médico general que encontrará en estas páginas la información necesaria para construír el pensamiento médico.
La obra está dividida en tres tomos. En el primero se describen los motivos de consulta más frecuentes, actualizando lo conocimientos anatómicos y fisiopatológicos. A su vez se evalúa el interrogatorio y la metodología de estudio de cada uno de ellos.
En el segundo tomo se describen los sucesivos pasos del examen físico normal y los hallazgos anormales o signos que sin consecuencia de la enfermedad.
El tercer tomo reúne los síndromes más frecuentes hallados en la práctica médica evaluados en su fisiopatología, manifestaciones clínicas y metodología de estudio, así como una descripción del laboratorio y de los métodos complementarios especiales y de diagnóstico por imágenes que se utilizan en la actualidad.
Lo expuestos en sus capítulos comprende los hallazgos en las diferentes edades, del niño al anciano, y en ambos sexos, como en la mujer embarazada.
Para el desarrollo de estos capítulos se resolvió solicitar la colaboración de expertos especialistas en los diversos temas, aceptando el desafío de aunar diferentes estilos y experiencias con un missmo objetivo, el paciente. La jerarquía académica y científica de los colaboradores se manifiesta en cada uno de los capítulos. Es en la Argentina de hoy muy difícil que un conjunto de docentes dediquen su tiempo a escribir. Pues el esfuerzo es netamente personal, sin ayuda especial de ninguna organización o sistema y ninguna otra justificación que la gratificación espiritual.
El deseo de desarrollar este esfuerzo surge hace años en los días del internado y de la residencia médica cuando se comienza a asumir responsabilidad en el manejo del paciente con sus motivos de consulta más frecuentes y las maniobras del examen físco de real utilidad. Es en estos años cuando se inicia el acopio de fotografías, dibujos, diagramas que servirán de base al tomo II
Con el trascurrir de los años se fueron evaluando los programas de diferentes universidades nacionales y extranjeras, tratando de utilizar lo mejor de cada uno de ellos y los adaptables a nuestro medio.
La concreción de esta obra es el resultado de un esfuerzo editorial mancomunado, consecuencia de una unidad basada en lazos de afecto, objetivos científicos y docentes afines y experiencia diaria compartida apoyada en el esfuerzo de los colaboradores.
No se puede dejar de mencionar a señores profesores que de una manera u otra nos han estimulado en el deseo de ser poco mejores. Aquellos que ya no están y producen una profunda tristeza, no por ellos, que ya pertenecen a la historia, sino por nosotros, que hemos perdido la oportunidad de seguir aprendiendo: Juan M. González, David Staffieri, Juan José Staffieri, Pablo Borrás, Juan Cortés, Fernando Gaspary, Alberto Morelli, Otros que siguen siendo fuente permanente de estímulo como Osvaldo Robiolo, Proctor W. Harvey, Hyman Zimmerman, Richard F. Manegold y Robert J. Jacobson.
La mayoría de las ilustraciones, gráficos y diseños fue realizada por un joven valor que supo interpretar cabalmente las necesidades de la obra, Carlos Piccini.
Sin duda, nuestros más importantes apoyos fueron nuestras esposas Raquel y Clara que, junto a nuestros hijos, supieron tolerar nuestro "encierro" para trabajar sin cuestionar jamás. Pero con fe y convicción en lo que estábamos haciendo
Prof. Dr. Alberto J. Muniagurria
Prof. Adj. Dr. Julio Libman